jueves, 27 de marzo de 2014

El hundimiento del USS Indianapolis.

El USS Indianapolis era un crucero pesado estadounidense construido el 7 de Noviembre de 1931 en Nueva Jersey. Fue modernizado en Marzo de 1943 y dotado de sistema de radar, aunque incluso después de ello, seguía para su época obsoleta, al no contar con sistemas de detección antisubmarina.

USS Indianapolis.

Su historial:
Fue buque de representación en Sudamérica en 1936 del presidente Franklin Delano Roosevelt. Durante la segunda guerra mundial, participa sin gran renombre en varios desembarcos en el Pacífico, en la batalla de Iwo Jima y la batalla de Okinawa.

 El presidente Delano Roosevelt abordo del Indianapolis.

USS indianapolis disparando durante un desembarco en las islas de Saipan.

El mayor hecho de relevancia en el historial respecto a la nave ocurre el 16 de Julio de 1945, cuando esta atraca en el puerto de San Francisco, California. Se encontraba en reparaciones por los daños causados por un kamikaze japones. Ese mismo día, sin que su tripulación fuese avisada, el buque fue rodeado por agentes de la policía militar que transportaban dos cajas de plomo y el almirante de la nave, Charles McVay, tuvo que reunirse inmediatamente con miembros del alto mando estadounidense que le dieron unas instrucciones:
Eran muy simples. Solo le pidieron que transportase en su barco los dos contenedores hasta los aeropuertos americanos de las islas de Tinian lo antes posible y sin escolta. No se debían hacer preguntas sobre la naturaleza de la carga y se instruiría a la tripulación de que no se acercaran a la zona de hangar donde se estuvieran los contenedores bajo pena de muerte en el acto o consejo de guerra. McVay fue instruido de que en caso de hundimiento en aguas seguras, la carga era prioritaria sobre la vida de los marinos, y si el siniestro era en aguas hostiles, la carga debía arrojarse por la borda hacia los abismos, antes que cualquier balsa de salvamento.

 USS Indianapolis atracado en el puerto de San Francisco.

Y así a la mañana siguiente el USS Indianapolis zarpó a hacia su destino y en solo 10 días, batiendo su récord de velocidad, descargó su carga en Tinian. Los dos contenedores desconocidos eran el material nuclear que días más tarde conformarían las bombas atómicas que se arrojarían sobre Japón el 6 y 9 de Agosto del mismo año.

 USS Indianapolis.

Tras su misión, el 29 de Junio, el barco se dirigió a la isla de la Guam y desde allí debía de ir a Filipinas al día siguiente para realizar unas maniobras de entrenamiento. El almirante McVay pidió escolta, pero se la denegaron porque el alto mando argumentaba que las aguas que recorrería ya estaban limpias de embarcaciones japonesas, pero que de todos modos podía navegar en zig zag. Antes de zarpar mandó una transmisión de onda corta a su destino en Filipinas sobre la hora de llegada y de salida, pero el mensaje no fue oído.
Zarpó el 30 de Junio, y una vez en mar abierto navegó en zig zag hasta las 19:00 del mismo día, cuando el almirante canceló las maniobras para poder aumentar la velocidad. Entonces, a las 23:00 del mismo día, a mitad de recorrido de su trayecto, el barco es detectado por el submarino japonés I-58 y a las 23: 26 horas. Este dispara en abanico seis torpedos.

Submarino I-58

Diez minutos más tarde, dos torpedos impactan en el acorazado, uno desintegra la proa y otro inutiliza la sala de maquinas dejando la nave sin suministro eléctrico y sin poder dar un SOS por radio. La embarcación se inclina hacia estribor y se da la orden de abandonar el barco. Como se estaba escorando, la inclinación impidió que se pudieran usar la mayor parte de las barcas salvavidas. Finalmente el crucero completamente recostado sobre su estribor se hundió (12 minutos después de ser atacado) En el hundimiento 316 marineros perdieron la vida, pero su entrenamiento permitió que otros 880 lograran sobrevivir.
Comenzó entonces para ellos una de las más trágicas historias de naufragio. A primeras horas del amanecer del 31 de julio aparecieron los primeros tiburones. (oceánicos de puntas blancas) Los hombres trataban de sobrevivir al hambre, la sed, la insolación, las heridas y, sobre todo, al ataque de los tiburones. Muchos también murieron debido a las alucinaciones que la ingesta de agua salada les provocó, matando así a algunos de sus propios compañeros. Los tiburones hicieron el resto. Inexplicablemente, el mando naval norteamericano no se percató de la ausencia del Indianapolis, que debería haber arribado en Filipinas el 31 de julio. No fue hasta la mañana del 2 de agosto cuando de mera casualidad (pues nadie los buscaba) un avión antisubmarino Ventura PV-1, estando de patrulla observó una gran mancha de petróleo y varios puntos negros a flote. Inmediatamente comunicó a su base «muchos hombres en el agua», radió su posición, dio unas vueltas más y se alejó por falta de combustible. Un hidroavión Consolidated PBY Catalina fue enviado a observar desde Guam y su piloto contraviniendo órdenes, y a pesar de ver tiburones atacando a los náufragos, se arriesgó y amerizó, logrando rescatar del mar a 56 marineros. El destructor USS Cecil J. Doyle fue el primer buque que, ya de noche, arribó al lugar. Se contaron 316 supervivientes en total, entre ellos, al almirante McVay.


 Ventura PV-1

 Consolidated PBY Catalina.

  USS Bassett (otro destructor americano que se unió al rescate) enviando barcazas de transporte para socorrer a los náufragos.

Supervivientes del Indianapolis en Guam.

Representación de los tiburones atacando a los náufragos.

Lo peor de todo es que el alto mando naval americano, para evadir sus responsabilidades en la tragedia, usó como chivo expiatorio al almirante McVay. Le acusaron de ser responsable del hundimiento del crucero al no usar la maniobra de zig zag durante todo el recorrido. Fue juzgado y condenado en un consejo de guerra, degradado a capitán y enviado a un puesto administrativo en la marina. Presionado moralmente por los hechos, McVay se suicidó de un disparo en el jardín de su casa en 1968.

 
Charles Butler McVay II

 En conclusión, el hundimiento de este simbólico barco ocurrió por una combinación de factores y mala suerte que pudo haberse evitado.


miércoles, 26 de marzo de 2014

Batalla de Iwo Jima

A mediados de 1944, los Estados Unidos ya controlaban las islas Marianas al sur de Japón, lo que permitía a que sus bombarderos B-29 poder atacar las ciudades industrializadas niponas. La guerra ya estaba decididamente a favor de los americanos y los japoneses ya apenas presentaban resistencia en el aire. Sin embargo, seguían habiendo 2 inconvenientes a la hora de bombardear Japón:

El primero era que los B-29 americanos no podían recibir una escolta que les acompañara durante toda la ruta, ya que Japón se encontraba a 2500 km de la base más cercana, pero los aviones escolta americanos (los P-51 Mustang) no tenían un radio de acción mayor de 1500 km, por lo que se quedaban cortos. Esto los hacía más vulnerables.

 P-51 Mustang

 B-29

El segundo problema era que en la ruta hacia Japón desde las Marianas, se encontraba la isla de Iwo Jima. Es una pequeña ínsula prácticamente plana, a excepción de un cono volcánico (el Suribachi) al suroeste de la misma. Estaba bajo el control de los japoneses, dotada de sistema de radar y dos aeropuertos. Los bombarderos americanos eran detectados horas antes de soltar sus cargas sobre Japón gracias al radar y podían ser interceptados por la aviación japonesa, que aunque no solía ocurrir, era un riesgo añadido.

Posición de Iwo Jima.

La solución a estos dos problemas era sencilla: tomar Iwo Jima, ya que así, capturaría el radar, eliminarían la resistencia nipona en la isla y contarían con una base desde la cual podrían operar y escoltar los P-51 a los bombarderos durante sus ataques a Japón.

 Foto de la isla de Iwo Jima. El humo es proveniente de ataques aéreos.

Los primeros ataques comenzarían en Junio de 1944 cuando submarinos americanos sitiarían la isla para evitar su abastecimiento y comenzaría una campaña de bombardeos continuos, primero por acorazados situados en la costa y más tarde por bombarderos situados en las Marianas. La situación se mantendría así hasta el 16 de Febrero de 1945, cuando los bombardeos se intensificasen. Tras ello, el 19 de Febrero se iniciaría el asalto a la isla, con un desembarco por parte de 250.000 hombres apoyados por la aviación de 12 portaaviones y el fuego de cobertura de de 8 acorazados y otros 480 navíos. El desembarco se llevaría a cabo en 3 km. de playa, desde la región oriental de la isla debido a que el resto de la costa era rocosa y no existía puerto alguno. Los japoneses trataron de repeler su ataque naval con un ataque aéreo que fue rechazado.

Portaaviones USS Saratoga siendo atacado por los kamikaze durante la batalla de Iwo Jima.
 Acorazado Texas bombardeando la isla.

Plano esquemático sobre el desembarco. Se observa el monte Suribachi y los dos aeropuertos.

Los americanos no encontraron resistencia, ya que la estrategia de defensa nipona no pretendía hacer "fuego de castigo" a las primeras tropas que desembarcasen. La playa estaba formada por terrazas de ceniza que originaban una pendiente de 4 metros de altura. La misma ceniza era muy poco densa, lo que provocaba que los soldados hundieran sus botas en el polvo y se resbalasen al intentar subir por las laderas debido a su peso. Ni sus tanques Sherman podían avanzar bien por esa superficie. Una hora después de que el primer soldado tocase tierra, la playa estaba atestada de marines, tanques y suministros y los japones aprovecharon esto para lanzar un ataque de artillería sobre ellos desde el Suribachi, causando las primeras víctimas y graves perdidas de material a los americanos.

Desembarco en Iwo Jima.

Vehículos y material inutilizado en la playa.

Soldados y tanque "Sherman" americano en las playas 
de Iwo Jima. 

A pesar del fuego enemigo, varios contingentes lograron llegar al pie del volcán intentando separar a las fuerzas japonesas cada una a un lado de la isla. Esto de todos modos no sirvió de nada ya que la isla estaba intercomunicada gracias a una red de túneles subterráneos. Otras tropas al mediodía lograron llegar a los aeropuertos que se encontraban al sur de la isla. Entonces los americanos debieron enfrentarse a un grave problema: como toda la isla estaba intercomunicada, en un principio, sufrieron graves bajas ya que después de haber despejado y dejado atrás un área de terreno, eran atacados por la retaguardia por nuevos soldados japoneses que volvían a ocupar la zona saliendo desde sus túneles escondidos.

Ejemplificación del sistema de túneles.

Al caer la noche, los destructores aliados lanzaron bengalas sobre la isla para proteger a sus soldados de posibles incursiones nocturnas. Al día siguiente continuaron los desembarcos y poco a poco, los americanos avanzaron terreno, pero muy costosamente.
Los japoneses habían instalado fortines en lugares específicos desde los cuales podían tanto defender su fortín como otros que se encontraban en su radio de acción, por lo que los americanos debieron enfrentarse a situaciones de fuego cruzado. Además, las pocas vías viables para vehículos estaban expertamente minadas. La adversa situación de los fortines hizo que los americanos tuvieran que usar estrategias tácticas. Normalmente, tras limpiar de minas el campo por el que avanzaban los marines, éstos identificaban la localización de la fortificación que hostigaba su avance, solicitando a la artillería el barrido de la posición japonesa emplazada a pocos metros delante de ellos. Una vez terminado el castigo artillero, se desarrollaba una competición entre defensores y atacantes por alcanzar antes que el contrario la posición bombardeada. Si los soldados americanos no lograban capturar el puesto antes que el enemigo solían usar granadas de mano o lanzallamas para despejarlos.

 Lanzallamas.
La situación continuó así hasta el 25 de Marzo, fecha en la cual los últimos 200 soldados nipones supervivientes lanza un carga "Banzai" (ataque suicida) contra las fuerzas americanas. Al día siguiente, el alto mando de los EE.UU. declara la isla de Iwo Jima bajo el control definitivo de sus fuerzas.

Ataque "Banzai"

Durante la batalla perdieron la vida aproximadamente 20.000 soldados nipones (la totalidad de sus fuerzas prácticamente) y algo menos de 6.000 marines.

Como consecuencias, la resistencia nipona en esta batalla sería utilizada como pretexto para lanzar las dos bombas nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki, ya que una invasión terrestre, según los estadistas americanos, causaría un millón de víctimas militares en la invasión. Por otro lado, Iwo Jima pudo ser utilizada como emplazamiento de los escoltas de los B-29 americanos.

Curiosidad:
La clásica foto de unos soldados levantando la bandera de los Estados Unidos se hizo en la cima del volcán Suribachi cuando los marines lograron alcanzar su cima y asegurarla. En la foto, seis soldados la levantan, pero desgraciadamente tres de ellos morirán en la isla los días siguientes.





martes, 25 de marzo de 2014

Batalla de Montecassino.

A finales del verano de 1943, las fuerzas aliadas desembarcan en el sur de la península itálica con intención de iniciar la liberación de Europa desde Italia. Sin embargo, la cordillera de los Apeninos dificultó muchísimo el avance aliado. Cuando las fuerzas aliadas llegaron hasta Napoles, tenían dos caminos para llegar a Roma:
Uno era a través de la costa oeste de Italia y otro, a través de un valle atravesado por el río Liri. Sin embargo, la entrada a este valle estaba bloquea por una colina de 1.100 metros de altura en la que se alzaba la Abadía de Montecassino, desde el cual, los alemanes podían vigilar todo el valle y defenderlo con su artillería de precisión. La región además estaba defendida por granaderos panzer (soldados de infantería mecanizada)

 Vistas desde la Abadía de Montecassino.

Los aliados eligieron la ruta por Montecassino en un principio y lanzaron su primera ofensiva el 20 de enero de 1944, en la cual una división americana intenta cruzar el río Liri (el cual se encuentra antes de la colina), asumiendo de ante mano que esta sufriría perdidas. Desgraciadamente, estas fueron mayores de las que pensaban, ya que aunque durante horas la artillería estadounidense atacó el pueblo de Cassino al otro lado del rio, no lograron reducir a la infantería enemiga que se resguardaba en su interior, y cuando los soldados americanos trataron de cruzar el río, fueron prácticamente masacrados por fuego de ametralladoras y morteros. Solo unos pocos pelotones de soldados exhaustos alcanzaron la orilla, pero estos quedaron aislados y fueron aniquilados por los alemanes.

 Estadounidenses atravesando el río Liri.

A pesar de las terribles perdidas, el alto mando volvió a lanzar un ataque la noche del 22 de Enero. Amparados en la oscuridad, un batallón logró tender dos puentes en el rio, pero los alemanes al darse cuenta de ello, lanzaron una contraofensiva apoyados con cañones que pulverizaron, literalmente, las posiciones aliadas y obligaron a su retirada de nuevo a su orilla.

 Morteros alemanes en Montecassino.

Sin embargo, el 24 de Enero, los americanos pretendieron lanzar un nuevo ataque, esta vez compuesto por carros de combate, pero siendo los alemanes conocedores de esto, volaron una presa cercana que convirtió las riveras del río en un lodazal, lo cual provoco que veinte tanques quedasen inmovilizados en el barro durante la ofensiva y tuvieran que ser abandonados. Aunque en esta ocasión los americanos, si lograran hacer una cabeza de playa, los alemanes minaron el terreno tras el río y construyeron puestos fortificados que presentaron una fiera resistencia y un gran coste de vidas aliadas. Cuando por fin los carros y soldados americanos alcanzan la Abadía, vuelven a ser frenados en seco durante una semana. 
A principios de Febrero, vuelven a atacar. Esta vez una colina a 335 metros de Montecassino, pero los granaderos panzer vuelven a hacerlos retroceder.

Mapa de Cassino, junto con el Rio Liri (R. Rapido) y el monasterio de Montecassino.

Finalmente, los soldados aliados están exhaustos, faltos de víveres y munición y el avance se detiene definitivamente. Por suerte para los alemanes, refuerzos paracaidistas se reparten por el pueblo de Cassino y las laderas próximas, pero tienen orden expresa de no ocupar el monasterio de se encuentra en la colina, ya que es un monumento histórico y no quieren convertirlo en un objetivo militar.

Desafortunadamente, los aliados desconfíaron y decidieron bombardear con varios aviones, B-17, B-26 y B-25, la abadía de Montecassino el 15 de Febrero, lanzando sobre ella 600 toneladas de explosivo y reduciéndola a escombros. Pero empeorar la tragedia, en el lugar vivían varios monjes, refugiados del pueblo de Cassino y heridos que mueren la mayoría en el ataque. Este error, por parte de las fuerzas militares estadounidenses, no fue reconocido hasta 1969.
Justo tras el bombardeo, fuerzas paracaidistas alemanas fortifican los escombros y frenan los ataques posteriores de los aliados los días 16 y 17, causando gran número de bajas. Las ofensivas continúan intermitentemente hasta el 18 de Febrero, cuando las primeras nevadas detiene el ataque sin haber logrado ningún éxito y habiendo causado muchas bajas en el bando aliado.

Bombardeo sobre el monasterio de Montecassino.

Vídeo en el que se ven los ataques aéreos contra la abadia y el pueblo de Cassino.


El 15 de Marzo se reanudan los ataques por parte de fuerzas de la Commonwealth. Deciden lanzar un fuerte ataque sobre el pueblo de Cassino, el cual es bombardeado por 500 aviones aliados y 2.500 toneladas de proyectiles de artillería. No quedaba ni un solo edificio en pie, y la cantidad de cráteres recordaban a un paisaje lunar. El alto mando británico declaraba que no podían haber sobrevivido ni un solo contingente alemán. Pero, increíblemente, tras haber soportado el bombardeo en cloacas y sótanos, los paracaidistas vuelven a tomar posiciones defensivas en las ruinas del pueblo y rechazan nuevamente un ataque neozelandés durante nueve días. Finalmente el 23 de Marzo, la ofensiva se abandona totalmente.

  Estado de la ciudad de Cassino tras el ataque aliado.

En esta ofensiva, perdieron la vida 54.000 soldados aliados y la artillería aliada empleó 600.000 proyectiles que causaron 2000 bajas propias. La fuerza y resistencia de los paracaidistas alemanes, que solo perdieron 20.000 hombres estando en inferioridad numérica y de medios, llegó a otorgarle elogios del propio alto mando inglés que había combatido contra ellos:

"Es extraordinaria la tenacidad de estos paracaidistas alemanes. Estuvieron sometidos a toda la fuerza aérea del Mediterráneo bajo la mayor concentración de potencia de fuego que se ha visto jamás. Dudo que haya otras tropas en el mundo que hubiesen podido levantarse y seguir luchando con aquella ferocidad"

Esta sangrienta batalla terminaría con la toma de Montecassino, no por una ofensiva aliada dirigida contra ellos, sino porque Cassino formaba parte de una línea defensiva (la Línea Gustav) que atravesaba Italia. Otras secciones de la línea no habían resistido el embiste aliado y si los alemanes no se retiraban de aquella posición, corrían el riesgo de quedar aislados.

La Línea Gustav (línea roja)

Operación Cerberus.

La operación Cerberus fue, posiblemente, la operación más exitosa que realizó la Kriegsmarine (fuerza naval alemana) durante la Segunda Guerra Mundial.

Desde marzo de 1941, el puerto de Brest (en la Francia ocupada) había albergado a los más importantes cruceros de batalla alemanes:

El Gneisenau

 El Scharnhorst.

Y el Prinz Eugen.

Sin embargo, la concentración de estos grandes buques en un solo puerto, provocó que el gobierno británico intentase entre 1941 a 1942, inhabilitarlos en una campaña de sucesivos bombardeos, los cuales dañaron repetidas veces dichos buques. Durante todo el bombardeo utilizaron unos 800 aviones de los cuales perdieron aproximadamente 100, y minaron todo lo que pudieron el Canal de la Mancha para evitar una posible retirada. Por otro lado, el puerto de Brest estaba lleno de espías ingleses que conocían en todo momento sus movimientos y se lo reportaban a la agencia de inteligencia británica. Los ingleses pensaban que los cruceros podrían salir del puerto de Brest, pero no le otorgaron demasiado interés ya que pensaban que saldrían a plena luz del día expuesto a los bombarderos navales de la RAF.

Hitler, estaba encolerizado ante la pasividad e indiferencia de las autoridades navales alemanes frente al bombardeo ofensivo de los ingleses, por lo que convocó una reunión el 13 de noviembre de 1941 con el alto mando de la Kriegsmarine para discutir un plan para trasladar los grandes buques al puerto de Kiel (al norte de Alemania) Tras esta reunión y otra el 12 de enero de 1942 se concretaron los detalles:

Se decidió que la ruta de salida sería la más rápida y corta: a través del canal. Aprovechando el despiste de los ingleses saldrían al amparo de la noche. Un convoy compuesto por 80 dragaminas al frente, para liberar la ruta de las minas colocadas por los ingleses (desarmaran 119), seguidos por destructores, torpederos, lanchas rápidas de ataque y los tres pesados cruceros saldrían del puerto el 11 de febrero de 1942, a las 22:30 horas. Serían escoltados durante la noche por Ju-88 nocturnos y por el día sería cubiertos por Heinkel He-111 ,y en caso de una ofensiva inglesa, 250 cazas estaban listos para entrar en acción en todo momento.

El DKM Scharnhorst, DKM Gneisenau y el DKM Prinz Eugen acompañados por una flotilla de escolta y una escuadrilla de Me-109.

El tiempo y el clima beneficiaban en la salida alemana, ya que era muy borrascoso, con nubes muy bajas. A demás el puerto de Brest es cubierto con humo químico, se inicia la perturbación electrónica con los equipos de tierra de la Francia ocupada para interferir el radar enemigo y las naves navegan a 30 nudos para mejorar el encubrimiento. Por otro lado, increíblemente, el radar del submarino inglés HMS Sealion, que se encuentra por la zona, no esta operando y un avión británico equipado con radar, falla justo esa noche. La formación sale del puerto en el siguiente orden: el crucero pesado Prinz Eugen y los cruceros de batalla Gneisenau y Scharnhorst, dos destructores en los flancos, uno atrás y el destructor Z-29 en vanguardia.

  El DKM Scharnhorst y el DKM Gneisenau.

Destructor Z-29 junto con el Scharnhorst

La mañana del 12 de Febrero de 1942 amanece con niebla y a las 9:20, los aviones escolta aparecen formando un paraguas defensivo sobre el convoy. Entonces, hacia el mediodía, la formación es detectada por aviones ingleses, y solo entonces el almirantazgo inglés se da cuenta de que una gran formación de buques alemanes están pasando a solo unos kilómetros de sus costas. La respuesta no se hace esperar, pero es improvisada y mal organizada.

A las 12:30, un contingente de lanchas torpederas ataca sin éxito el convoy. Al mismo tiempo una escuadrilla de aviones Fairey Swordfish (aviones torpederos biplanos británicos) intenta atacar, pero el perímetro defensivo formado por la defensa aérea derriba 6 aparatos. El Scharnhorst evita unos torpedos haciendo una maniobra naval (la guiñada), pero al hacerlo choca contra una mina que lo deja fuera de combate temporalmente, ya que sus motores y su sistema eléctrico dejan de funcionar.

 Un Fairey Swordfish durante el ataque.

 Un Swordfish se lanza contra el DKM Scharnhorst.

A las 13:30 horas aproximadamente se produce un ataque combinado aéreo y de una flotilla de destructores ingleses que se acercan a la agrupación alemana e intentan atacarlos con torpedos. El Gneisenau y el Prinz Eugen rechazan el ataque y dejan especialmente dañado el destructor ingles el HMS Worcester. Ninguno de los 30 torpedos lanzados alcanza la agrupación alemana. El Scharnhorst, tras media hora de quedar a la deriva, increíblemente no es atacado y puede reanudar su ruta tras los otros dos buques alemanes. Desde las costas inglesas, los cañones de largo alcance disparan contra las fuerzas alemanas, pero el convoy se pega lo máximo a la costa francesa y sus disparos se quedan cortos.

  Representación del Scharnhorst durante el ataque.

La agrupación alemana debió soportar el ataque constante, hasta el anochecer del 12 de febrero. Un total de 680 aviones británicos no lograron ningún resultado, sufriendo 13 bajas y 42 aviones destruidos. Por otro lado, la Luftwaffe perdió 17 cazas. Finalmente 13 de febrero de 1942, el Gneisenau y el Prinz Eugen entran en el canal de Kiel y son recibidos como héroes.

Como consecuencias de esta batalla naval, la derrota inglesa provocó una gran indignación en Reino Unido que se sintió humillado. Sin embargo, en cierto modo, el traslado de los grandes buques alemanes a Kiel hizo que ya no existiera el riesgo de que estos saliesen al Atlántico, y sin embargo seguían estando en el rango de acción de los bombarderos de largo alcance de la RAF. Ya que el 27 de febrero de 1942, tan solo 14 días después de la travesía, el Gneisenau fue alcanzado por bombas enemigas, resultando parcialmente dañado por la voladura de una de sus torres artilleras y sufriendo 112 bajas. Tras el éxito de la operación, esta fue usada como medio propagandístico de la Alemania Nazi.

Vídeo propagandístico nazi sobre la operación Cerberus.

A pesar de todo, la batalla naval ocurrida durante la operación Cerberus, se considera la victoria naval más exitosa de la Alemania Nazi contra la armada y las fuerzas aéreas británicas. 

lunes, 24 de marzo de 2014

El Hundimiento del transatlantico MV Wilhelm Gustloff

 Vídeo con fotografías reales y una representación del hundimiento 
del Wilhelm Gustloff

Es casi seguro que nadie conozca el hundimiento de este buque alemán durante la segunda guerra mundial, pero es la peor tragedia marítima registrada hasta la fecha. Esta es su historia.


El Wilhelm Gustloff era un transatlántico construido en 1938 en los muelles de Hamburgo por la Alemania Nazi aún en tiempos de paz. Inicialmente iba a llevar el sobrenombre de Adolf Hitler, pero debido a caracteres propagandísticos, se le dio el nombre de un mártir nacionalsocialista suizo asesinado en Febrero de 1937. Era un crucero moderno que contaba con una piscina, gimnasios, nueve cubiertas y no tenía divisiones por clase social. Fue concebido en el proyecto nazi "Fuerza por la Alegría", el cual se basaba en un programa propagandístico el cual intentaba mostrar las ventajas del nazismo a la sociedad alemana a través de actividades de bajo coste que organizaba el gobierno como viajes, excursiones y vacaciones para la clase obrera.


Su viaje inaugural fue el 21 de abril de 1938 con destino a la isla de Madeira en Portugal y fue utilizado como embarcación de recreo desde 1938 hasta Mayo de 1939, fecha en la que se uso para repatriar a la Legión Condor que participó en la Guerra Civil Española. 
En agosto de 1939 pasó a ser un buque hospital al servicio del ejercito alemán hasta Mayo de 1940. El 1 de Octubre del mismo año, la fuerza naval alemana (la Kriegsmarine) lo transforma en un buque nodriza para el mantenimiento de sus submarinos.
Desde 1940 hasta 1944, se convierte en un buque de alojamiento de la Marina y se le instalan varios cañones antiaéreos. A  finales de 1944, la perdida de territorio de los alemanes ante el avance soviético provoca su participación en la Operación Anibal, cuya misión consiste en la evacuación de tropas y civiles de Prusia Oriental y su repatriación a Alemania.
Aspecto que tenía el Wilhelm Gustloff cuando era barco hospital.

Aquí es donde se produce su hundimiento.
El 21 de enero de 1945, miles de refugiados militares y civiles (la mayoría mujeres y niños) esperan en el puerto de Danzig a su evacuación. En un invierno, con temperaturas inferiores a los veinte grados centígrados, el transatlántico recoge a unas 10.580 personas, 375 de ellas médicas que colocan un puesto de enfermería en el interior de su piscina drenada y 1000 cadetes submarinistas. Se reciben informes de que submarinos rusos vigilan las salidas del puerto, por lo que el Wilhelm no zarpa hasta que le escoltan los torpederos T-36 y Löwe.

A las 21:00 se produce un error que desencadena la tragedia:
Un mensaje de radio comunica al transatlántico que un dragaminas se acercaba a él, por lo que enciende las luces para ser visible en plena noche. Esto también provoca que se percate de su presencia el submarino soviético S-13 que carga cuatro torpedos. A las 21:08 tres torpedos impactan en su casco por el estribor: 
El primero alcanza el sector de proa. El segundo, el sector de la piscina interior matando a la mayoría de las médicas y sus pacientes. Y el tercero golpeó la popa inutilizando los generadores y dejando sin suministro eléctrico a la embarcación. En pocos segundos, el barco se escora a estribor arrojando a cientos de personas a las aguas heladas y provocando el pánico en su interior. El mismo terror impide una evacuación ordenada y el uso correcto de los botes salvavidas. Mientras, en el submarino ruso, el cuarto torpedo no logra salir del tubo provocando una acción de emergencia para desarmarlo. El gran transatlántico se va a pique en tan solo 44 minutos.

Representación artística de su hundimiento.

El rescate no se hizo esperar y acudieron inmediatamente al lugar del hundimiento, el torpedero T-36 el que rescató 564 sobrevivientes, el torpedero Löwe logró sacar 472 personas de las gélidas aguas, el buque a vapor Göttingen salvó 28 sobrevivientes, otro torpedero, el T-19 rescató a 7 personas, el carguero Gotland tomó a dos personas y una lancha motora rescató a un bebé. En total se rescataron 1239 personas; pero perecieron unas 9343 ya fuera por quedar atrapadas y ahogadas al interior del navío o por hipotermia. Sus dos capitanas sobrevivieron al naufragio, mientras que de las 375 enfermeras de la marina sólo se salvaron tres.

Más tarde, los soviéticos dinamitaron los restos del naufragio para evitar futuras investigaciones sin lograr destruirlo, quedando tres secciones que fueron redescubiertas y filmadas en 1995 por buzos de aguas profundas.

Sello sovietico en el que se representa al S-13

El hundimiento del Wilhelm Gustloff es hoy considerado como la mayor tragedia marítima de la historia.